La banda de guerra no es para todos
Recuerdo muy bien mi primer día en la
Heroica Escuela Naval Militar, la emoción, el orgullo, la felicidad, pero sobre
todo la incertidumbre, el no saber absolutamente nada de lo que me esperaba, el
enorme y el enorme deseo de querer enfrentarlo todo.
Recuerdo claramente, aún vestido
con ropa de civil, estábamos formados detrás de lo que en ese entonces llamábamos
dormitorios antiguos, no conocía a nadie a mí al rededor, los amigos con los
que había realizado los exámenes de mi ciudad natal no estaban a la vista. Lo único
que sabía es que estaba rodeado de jóvenes de todo el país, con las mismas
dudas y con las mismas ganas de servir a México... de pronto alguien se para
frente a la formación, no recuerdo si era oficial o cadete y en ese momento no sabía
la diferencia, pero hizo un anuncio que marcaría toda mi estancia en ese
heroico plantel: "Personal que desee formar parte del heroico
cuerpo de banderos, pase a formar al frente" sus palabras
retumbaron en todos nosotros, hubo un pequeño y reflexivo silencio que se cortó
con paso al frente de poco más de 60 cadetes de nuevo ingreso de los casi 400
que nos encontrábamos ahí formados, dude por un instante, no sabía de que se
trataba, no sabía que seguía, no sabía si habría más formaciones, como todo lo
que me esperaba ese día, no sabía nada… pero di el paso al frente.
Formamos como pudimos, entre los gritos
marciales de los cadetes antiguos, entre el nerviosismo que se respiraba entre
todos los aspirantes a esa brigada, en mi cabeza asociaba cuerpo de banderos
con bandera, que equivocado estaba…
-Muy bien potros - nos dijo la misma voz que nos convocó, potro
es como se le conoce a los cadetes de primer año y que no tienen derecho a
nada, ni a la luz solar, como aprendería a lo largo del día –Bienvenidos a la
BANDA DE GUERRA – mi piel se erizo, esas palabras no eran lo que esperaba, pero
ya estaba ahí y daría lo mejor de mi.
-La banda de guerra no es para todos, se
levantaran mas temprano y se dormirán más tarde que toda la escuela, su rutina
será diferente, su castre será mas pesado, no solo se preocuparan por su arma,
llevarán su instrumento, aprenderán toques, marchas y tradiciones que solo un
bandero sabrá apreciar, toda la escuela los odiara, les gritara, les llamaran
pichos, les llamaran apestosos, los querrán ver fallar, correrán más y con más
peso, la banda de guerra no es para todos, pero para todos aquellos que logren
formar parte de esta brigada, serán parte de un legado y de una serie de
tradiciones que ningún tropero sabrá, porque podrán cambiar a mil troperos,
pero a un bandero jamás-
No se si fueron las palabras, si fue el
nerviosismo, o la mirada de todos los banderos antiguos, pero cuando nos dieron
la opción de regresar a la tropa, nadie lo hizo. Así comenzó mi historia en la
HENM y al día de hoy después de 17 años no me arrepiento de haber formado en el
heroico cuerpo de banderos.
Si te gustó esta historia, no dudes en
compartirla, si quieres saber mas, comenta o no dudes en enviarme un correo a bitacoradelcap@gmail.com
Buena mar y mejores vientos.

Muchas felicides por el blog y gracias por compartirnos sus experiencas Capi!! escribe usted muy bien :) saludos!!!!
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